IMM proyecta crear nueva senda para ciclistas en la rambla: usarán la calle y la vereda en diferentes tramos

La Comisión de Patrimonio, que depende del Ministerio de Educación y Cultura, aceptó el proyecto; no habría dado visto bueno al de 18 de julio.

Por dónde deben transitar las bicicletas en la rambla de Montevideo es una discusión que viene desde hace años. Si es mejor que vayan por la vereda entre peatones que pasean o hacen deporte, o en la calle, entre autos que pueden acelerar hasta los 75 km/h, es un debate que no se logra terminar de cerrar. Ahora la Intendencia capitalina avanza en un anteproyecto, para la creación de una senda específica. Y a mediados de diciembre recibieron el visto bueno de la Comisión de Patrimonio, necesario para realizar las obras.

Desde la Escollera Sarandí en Ciudad Vieja hasta el Club de Pesca Ramírez -a la altura de las canteras del Parque Rodó- en Punta Carretas hay 4,7 kilómetros. La Intendencia de Montevideo presentó un plan a la Comisión de Patrimonio, que dio detalles sobre la nueva obra, si iría por la vereda o la calle y cómo sería la segregación con peatones, según un documento al que accedió El País de la comisión que depende del Ministerio de Educación y Cultura (MEC).

La propuesta del gobierno departamental es hacer una primera parte sobre la calle -es decir, ciclovía– desde la Escollera Sarandí hasta la intersección de la rambla con la calle Carlos María Morales en Palermo. Y, a partir de ese punto y hasta las canteras del Parque Rodo, la senda exclusiva para bicicletas iría por la vereda. De esa manera, se convertiría en una bicisenda.

Desde la IMM dijeron a El País que “hace un tiempo” empezaron un “proceso dando espacio a la bicicleta sobre la rambla”. Y que se “está trabajando en una iniciativa” para esa parte de la ciudad pero que se definió “no presentar nada hasta no tener un proyecto”.

Al comienzo de 2023, el gobierno departamental decidió implementar una bicisenda provisoria en la rambla, después de que se generara una controversia porque las autoridades pidieron a los ciclistas que no circularan por la vereda, disposición incluida en la normativa vigente.

Detalles

Ahora la Intendencia afina los detalles de cómo realizar la senda exclusiva para los ciclistas. De acuerdo con el documento de la Comisión de Patrimonio, las bicicletas, en el tramo que iría sobre la vereda, lo harían sobre la zona más cercana del cordón, que estaría señalizada. Por lo tanto, quienes caminen lo harían sobre el lado más cercano al Río de la Plata.

Se separaría a los ciclistas de las personas con una “línea discontinua de elementos de acero inoxidable, tipo tachas, de 15 centímetros de diámetro y 1,5 milímetros de espesor”, se indica.

Por lo tanto, en la rambla montevideana no se colocarían los mismos segregadores que se utilizaron en la construcción de la ciclovía que va por el medio de la avenida 18 de julio.

Se realizaría una demarcación, además, con “pintura en frío al agua, color blanco, en forma discontinua, paralela al cordón de la vereda y alejado de este, 3,2 metros”, añade el documento.

El presidente de la Comisión de Patrimonio, William Rey, aseguró a El País que son “situaciones muy distintas” la de la rambla capitalina y la de la avenida 18 de julio. Es más, enfatizó en diálogo que no se hubiera aceptado el proyecto de la ciclovía que construyó el gobierno departamental en la principal avenida, si se considerara monumento histórico nacional.

A su entender, la “propuesta de la rambla está mejor estudiada”, y será “importante”.

No cree, además, que la construcción de la senda exclusiva para las bicicletas “afecte para nada el paisaje” de la rambla. Es más, considera que “le va a hacer bien en lo funcional -siempre que la intendencia controle y vigile que los ciclistas se mantengan por la bicisenda y que los peatones no la invadan”.

También entiende que, aunque el parque de bicicletas de Uruguay “no es demasiado grande” como en otros países, como Holanda China, “siempre es bueno adelantarse a lo que será un uso mayor en el futuro”. Además, marcó que hay un “número muy importante de personas” que las utilizan, lo que puede representar un “riesgo” para aquellos que van -por ejemplo- con “pequeños”.

Las “velocidades altas” que toman algunos ciclistas, continuó Rey, pueden “generar accidentes graves” en la rambla.

Desde la sociedad civil, el coordinador del colectivo BicivilizadosArthley Chacón contó a El País que estarían de acuerdo con una ciclovía por la rambla sur, aunque creen necesario que haya una reducción de la velocidad máxima para los autos. Se podría -a su entender- hacer la distinción por día y horario para el límite permitido para una mejor convivencia, ya que está pensada “como una autopista y por eso tiene velocidades de hasta 75 km/h”.

Al mismo tiempo, consideró que segregar un espacio de la vereda para los ciclistas es “amontonar más a la gente en vez de darle más espacio para disfrutar con la calidad que nos merecemos”.

Por otra parte, Chacón criticó la gestión de la IMM, al decir que tuvieron cinco reuniones y que en una les “tomaron el pelo”. “No tienen voluntad de diálogo”, comentó. Y añadió: “Da mucha impotencia porque no nos dan ningún margen para omitir opinión, si no es a través de los medios de prensa”.

POR 18 DE JULIO

Ciclovía “nació para tener una vida corta”

La ciclovía que se construyó por el medio de 18 de Julio levantó críticas, así como respuestas a estas por parte del gobierno departamental. El presidente de la Comisión de Patrimonio -que opinó en este caso a título personal-, William Rey, tiene la “impresión” de que la ciclovía en 18 “nació para tener una vida corta”, y que algunas de sus características “exponen una cierta falta de estudio”.

El arquitecto opinó que por “razones políticas” puede que se mantenga hasta que venga “otra administración”, pero considera que es una “solución” que no durará “demasiado tiempo” por “razones de evaluación”.

Para Rey, los incidentes que hubo tienen que “prender una alarma roja para ver cómo se frena la exponencial de accidentes”. Al mismo tiempo, criticó al gobierno departamental de Carolina Cosse, por entender que debería haber comenzado antes la “tarea pedagógica” que realizará.

“Sanción es la última etapa de la campaña”

El director interino de Movilidad, Justo Onandi, aseguró a El País que la sanción es la “última etapa de la campaña de concientización” que se lanzó por la ciclovía. En ese sentido, explicó que es la “misma metodología” que han aplicado para los “controles de velocidad” o para la “fiscalización de los escapes ruidosos”. Y recordó que los cuerpos inefectivos de los gobiernos departamentales “no cuentan con elementos para la aplicación de sanciones administrativas” a “peatones y ciclistas”.

También aseguró que la “seguridad de la ciclovía fue un tema muy analizado a nivel del grupo que trabajó en el proyecto”. Y añadió: “De hecho, recibimos algunas críticas constructivas al proyecto original y las corregimos”. No obstante, indicó que el “equipo de trabajo continúa reuniéndose y evaluando el funcionamiento” de la ciclovía, que está en su “etapa inicial de adaptación y aprendizaje, por parte de quienes la utilizan”.

La nueva senda para ciclistas utilizará calle y vereda
La nueva senda para ciclistas utilizará calle y vereda. Foto: Juan Manuel Ramos
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Las tachas

Cada una de las tachas -que tendrían un “isotipo de la bicicleta calado”- iría pegada al pavimento. Estas se utilizarían para diferenciar la zona por las que pueden ir las bicicletas del camino de los peatones. En ese sentido, la Comisión de Patrimonio le sugirió a la Intendencia que se utilizara un “adhesivo específico que garantice” que “no quede afectado el pavimento”, si remueve la intervención sobre la rambla.

En ese sentido, el presidente de la Comisión de Patrimonio, William Rey, explicó a El País que las tachas tienen un “pequeño relieve” que, si el ciclista las pisa, “siente que está transgrediendo la línea”.


Fuente: Pamela Díaz para Diario El País