Los subsidios a los combustibles son una política común en el continente y representan una alta carga fiscal y un problema social, pues en el momento en que un Gobierno intenta reducirlos o quitarlos, se puede enfrentar a un estallido social como pasó en algunos países de la región.
Los conflictos internacionales, el alza del valor del petróleo y el aumento de la demanda local han elevado los precios de los combustibles en América Latina, donde la dependencia a este combustible aún es muy alta, y es subsidiada en gran parte de los países del continente generando una compleja carga fiscal.
Uruguay, Chile y Nicaragua tienen los precios más altos por litro de nafta, mientras que Venezuela, Bolivia, Ecuador y Argentina registran los más bajos.
Los subsidios a los combustibles son una política común en el continente.
Esas políticas representan una alta carga fiscal y un problema social, pues en el momento en que un Gobierno intenta reducir o quitar algún subsidio se puede enfrentar a un estallido social como pasó en Bolivia, Chile, Cuba y Panamá o a otros problemas como el contrabando de combustibles en Venezuela y Argentina.
“En Venezuela una botella de agua costaba muchísimo más que llenar el tanque de gasolina”, dijo a EFE la economista sénior de la firma Ecoanalítica Graciela Urdaneta,
En Argentina, la nafta ‘súper’ (la más económica) se vende a 87 centavos de dólar por litro en las estaciones de servicio de YPF, petrolera controlada por el Estado, en Buenos Aires. Desde diciembre pasado, el Gobierno de Javier Milei ha aplicado varias medidas que han elevado el precio para llevarlo a un nivel acorde con los mercados internacionales y que sea más rentable para las empresas del sector. El precio de la nafta acumula desde diciembre un alza del 139,2%.
El valor de la gasolina en Brasil está en unos US$ 1,11. En 2023, “a pesar de que Petrobras declaró que sus precios dejarían de estar vinculados a la paridad de importación, el valor de la gasolina mantuvo una correlación con los precios del mercado internacional”, dijo a EFE Sérgio Araújo, presidente de la Asociación Brasileña de los Importadores de Combustibles (Abicom).
En Chile, donde casi todo el combustible que se vende es importado, actualmente el costo es de US$ 1,21.
Nicaragua tiene el precio de la gasolina congelado desde abril de 2022 en US$ 1,30 el litro.
En Uruguay, las gasolinas Premium 97 y Super 95 se mantienen, respectivamente, en US$ 2 y en US$ 1,97 el litro desde diciembre.